Tramas perdidas por reconstruir: la investigación del patrimonio artístico de la Custodia de Tierra Santa
No se puede abrir un museo sin conocer primero el patrimonio. Este pensamiento ha acompañado siempre al Terra Sancta Museum, tanto en lo que respecta a la sección arqueológica de la SBF, que siempre se ha dedicado al estudio de la arqueología bíblica mencionada en numerosas publicaciones, como a la futura sección histórica cuyo proyecto es más reciente.
Recientemente ha sido publicado por Ediciones Tierra Santa un gran catálogo que presenta las mejores vestimentas litúrgicas de la Custodia, el resultado de un intenso trabajo que duró dos años y fue completado por las académicas Maria Pia Pettinau Vescina y Daniéle Veron Denise. Además, en este momento, los historiadores del arte de toda Europa y coordinados por Michele Bimbenet-Privat, conservadora del Museo del Louvre, están estudiando las obras de orfebrería más importantes conservadas en los conventos de toda Tierra Santa. Estos estudios se recopilarán en un segundo catálogo que se publicará en 2021.
Hoy, sin embargo, os llevamos «detrás de la escena» en la preparación del Terra Sancta Museum, contándoos acerca del minucioso trabajo que una colaboradora de la Oficina de Patrimonio Cultural está llevando a cabo: Claire, estudiante de primer curso del máster en Historia del Arte en la Escuela del Louvre de París, que está realizando una investigación bibliográfica y documentación sobre los objetos que pertenecen a las colecciones históricas de la Custodia de Tierra Santa.
«He trabajado mucho a partir de las exposiciones en las que la Custodia participó en el pasado prestando obras de arte, ya que normalmente fue la ocasión para profundizar en el conocimiento de un objeto. Además, las exposiciones nos hacen entender cómo la Custodia ya era consciente hace años de la importancia artística de sus colecciones, que quería darlas a conocer», nos cuenta Claire. Un ejemplo fue la investigación sobre la «Exposición General Italiana», llevada a cabo en Turín en 1898, de la que se tenía una vaga memoria: «Sabíamos que se llevó a cabo una exposición, pero no qué objetos había prestado la Custodia». Durante la investigación, se encontró un folleto que ilustraba a los visitantes las obras con temática franciscana en la exposción. «Gracias a esto sabemos qué se expuso y en qué modo se presentó; ¡nos dice mucho de la crítica artística de aquel tiempo!» nos explica Claire. Las obras fueron doce grandes cuadros de Paolo Gaidano, exponente del realismo histórico italiano de finales del 1800. Después de la muestra, las telas se mandaron a Jerusalén y ahora son conservadas por la Custodia de Tierra Santa. El próximo objeto de estudio para Claire será una exposición que tuvo lugar en Roma en los años 80, la cual había caído completamente en el olvido.
Paralelamente Claire se dedica a la comprobación de las fichas de los objetos que ya está catalogados. «Compruebo la localización actual de las obras y el estado de conservación. En Francia es obligatorio para los museos hacer este trabajo cada diez años, de hecho, es posible que con el tiempo las obras sean trasladadas y si esto no es indicado, se corre el riesgo de extraviarlas o de creer que se han perdido».
Por lo tanto, no faltan ocasiones para seguir estudiando, y esta oportunidad es muy valiosa para una joven estudiante: «¡Este trabajo es muy interesante! Aprendo mucho sobre el patrimonio y tengo contacto real con las obras de arte. ¡Es como reconstruir la trama de una historia misteriosa en la que la obra de arte es la protagonista!».