Sección Histórica
Los franciscanos en Tierra Santa – una historia apasionante de 800 años
La presencia de los franciscanos en Tierra Santa comienza al inicio del siglo XIII, con el viaje de san Francisco. Durante las guerras y las cruzadas, el santo buscó un camino hacia la paz al reunirse con el sultán de Egipto. Clemente VI, a través de la Bula pontifical de 1342, reconoció jurídicamente la Custodia de la Tierra Santa. Este reconocimiento será confirmado en 1347 por medio del primer documento mameluco conservado en los archivos. Desde esta época, los “hermanos de la cuerda” no cesaron nunca de asistir a los peregrinos y de conservar los Lugares Santos, ofreciéndonos -a veces en condiciones muy difíciles- testimonio de varios siglos, ininterrumpido hasta nuestros días.
La Sección Histórica se compone de extraordinarias y raras colecciones de esculturas, pinturas, platería (cálices y candelabros), códigos iluminados de 1400 y 1500, ajuares, fachadas litúrgicas y preciosos documentos de archivos, raros jarrones de farmacia. Objetos donados en gran parte a lo largo de los siglos por las casas reales de Europa, las repúblicas italianas y los Estados de la Iglesia para demostrar su devoción a los Santos Lugares y apoyar a la Custodia.
El itinerario histórico del museo sigue una lógica relacionada con las “misiones” de los franciscanos en Tierra Santa, de las cuales hay tres: la conservación de los Santos Lugares, la acogida de los peregrinos y la asistencia a la comunidad cristiana local.
La exposición del patrimonio histórico, documental y artístico es un instrumento precioso para comprender el significado de la peregrinación a Tierra Santa y el papel de los franciscanos en la historia de la Iglesia Universal.
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