30 Abril 2020

La Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén y Tierra Santa

de EDUARDO MORENO CALERO, OESSH

El Terra Sancta Museum contará con una sala dedicada a la histórica Orden de Caballería del Santo Sepulcro.

Los orígenes de la Orden se remontan a finales del siglo XI cuando, según la tradición, fue creada por el cruzado Godofredo de Bouillón, primer regente del recién fundado Reino de Jerusalén, bajo el título de Sancti Sepulchri Advocatus. Desde sus inicios, se trata de una orden compuesta por dos ramas: la de canónigos – primero seglares y luego regulares – encargada del cuidado y del culto en la Iglesia del Santo Sepulcro y la militar (Milities), a cargo de la protección del santo lugar y de los canónigos. Sin embargo, fue el rey Balduino I, quién al conformar el Reino de Jerusalén como un estado feudal centralizado al estilo europeo, otorga los primeros privilegios a la Orden en 1103 y la define como «Milities Sancti Sepulchri». En estos estatutos o assises, la Orden adopta la Regla de San Agustín y confiere al Patriarca Latino de Jerusalén el derecho de investir nuevos caballeros.

La evolución histórica de Tierra Santa y de la Orden ha estado íntimamente ligada desde sus inicios. Cuando los cruzados perdieron en la ciudad de Acre su último dominio en Tierra Santa y cayó el Reino de Jerusalén en 1291, el Patriarca Latino tuvo que retirarse a Chipre, y con él los caballeros tuvieron que replegarse a Europa donde fundaron grandes prioratos. A pesar de esto, los peregrinos seguían llegando a Jerusalén y la Iglesia Católica seguía presente en Tierra Santa de la mano de los franciscanos, establecidos en Palestina desde su llegada en 1217 y tras el encuentro de san Francisco con el sultán Melek Al-Kamil en 1219 para permitir su presencia. Los caballeros sepulcristas ya no podrían proteger el Santo Sepulcro, pero seguirían llevando a cabo la importante misión de proteger a los peregrinos en sus largos caminos atravesando Europa.

En 1489, el porvenir de la Orden se vio gravemente amenazado, cuando el papa Inocencio VIII, en su intento de organizar una nueva cruzada, decidió anexionar la Orden del Santo Sepulcro y la de San Lázaro a la Orden de San Juan. Esta decisión provocó la protesta de varios reyes europeos, no llevándose a cabo en el Reino de Aragón, donde gracias a Alejandro VI la Orden quedó bajo la protección del rey Fernando el Católico y del propio pontífice. Finalmente, en 1513 el papa León X anula la bula de su predecesor y anexiona la Orden a la Santa Sede, otorgándole el carácter pontificio.

A pesar de la ausencia del Patriarca Latino, las ceremonias de investidura de caballeros in loco siguieron llevándose a cabo de la mano de la Custodia de Tierra Santa, que incluyó a la Orden del Santo Sepulcro en sus propias ceremonias. Este hecho quedó reflejado en el famoso «Libro de Oro» que recoge los nombres y procedencia de los caballeros armados en el Santo Sepulcro desde 1561 a 1848, y que será expuesto en el Terra Sancta Museum. Además del libro, se podrá observar la conocida como «Espada de Godofredo», usada a lo largo de los siglos por el Custodio en las ceremonias de investidura de caballeros en el Santo Sepulcro.

Con el deseo de atender a los católicos latinos de Tierra Santa, el papa Pío IX reestableció en 1847 el Patriarcado Latino de Jerusalén mediante la bula Nulla Celebrior y reestructuró la Orden del Santo Sepulcro para ponerla de nuevo al servicio y protección del Patriarcado, sosteniendo sus obras y alimentando la propagación de la fe cristiana. En 1888 se produce otro cambio histórico en la institución, cuando el papa León XIII aprueba la petición del Patriarca Gran Maestre de aceptar el nombramiento de damas en la Orden.

A lo largo de la historia papas, reyes, cardenales, santos y nobles han formado parte de esta Orden: Los santos Contardo de Este, Pío X y el beato Bartolo Longo, el duque Alberto IV de Austria, el rey Erico de Pomerania, el emperador Federico II de Habsburgo, el duque Everardo de Wurtemberg, los reyes Fernando el Católico, Felipe II de España, Luis XIV de Francia, Alfonso XIII de España, Victoria Eugenia de Battemberg y el rey Felipe VI de España, quien también ostenta el título de rey de Jerusalén.

De aquellos 20 canónigos que iniciaron la Orden en 1099, hoy son más de 30.000 los caballeros y damas repartidos por el mundo que, bajo el emblema de la Cruz de Jerusalén, mantienen el compromiso casi milenario con Tierra Santa, favoreciendo las peregrinaciones y fortaleciendo la presencia cristiana mediante el sostenimiento económico y moral del Patriarcado Latino de Jerusalén y sus obras en Jordania, Palestina, Israel y Chipre, así como en otros territorios bíblicos a través de la Reunión de las Obras de ayuda a las Iglesias Orientales (ROACO). Del mismo modo, la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén se encuentra también en el elenco de benefactores del Terra Sancta Museum.

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