La artesanía al servicio de la fe
La Custodia de Tierra Santa celebrará, como cada año, la solemnidad de San Francisco de Asís los días 3 y 4 de octubre en la iglesia de San Salvador en Jerusalén; así como en las 60 comunidades franciscanas presentes en Siria, Líbano, Palestina, Israel, Rodas, Chipre y Egipto.
Esta fiesta tiene lugar con cuatro momentos culminantes: las primeras vísperas y el Transitus, el 3 de octubre; luego la misa solemne y las segundas vísperas el 4 de octubre. San Francisco murió el sábado 3 de octubre de 1226 en el momento de las vísperas, consideradas por la Iglesia como las primeras vísperas dominicales. Es por esta razón que la fiesta se celebra en la Iglesia el 4 de octubre y no el día de su muerte. Sin embargo, la familia franciscana celebra el Transitus, o «paso a la eternidad» en latín, para recordar este episodio final profundamente vinculado a la esperanza de la resurrección pascual.
Este año, te llevamos detrás de escena de la preparación de esta solemnidad, especialmente en los talleres de carpintería y costura de San Salvador, testigos de la larga tradición de artesanía unida a la Custodia desde sus orígenes.
Celebrando la Resurrección
El carpintero Khalil Shaeed trabajó durante casi tres semanas para hacer el tríptico del altar que se puede admirar durante las liturgias de la fiesta y los dos antipendios, uno para el altar mayor de la iglesia y el otro para la base del tríptico. El proyecto fue diseñado por el arquitecto Vincenzo Zuppardo de la Oficina Técnica de la Custodia, siguiendo la selección iconográfica de fray Rodrigo Machado Soares, guardián del convento, que quiso recordar la tradición pascual de la apertura de trípticos que representan la Resurrección de Cristo. La pieza consta así de dos persianas laterales y un cuerpo central, sostenido por una base y coronado por un tímpano. En las persianas laterales están dispuestas seis impresiones digitales sobre lienzo (tres para cada panel), y una grande en el cuerpo central. En la parte posterior de las persianas, en la ubicación de cada impresión, está representada la Cruz de Jerusalén. Estos grabados, realizados por la Imprenta Franciscana, son reproducciones de paneles originalmente ubicados en la sacristía de la Basílica de la Santa Cruz en Florencia. Son obra de Taddeo Gaddi, gran representante de la escuela florentina del siglo XIII.
Los paneles están dispuestos de la siguiente manera, en secuencia horizontal: Sueño del Papa Inocencio III donde Francisco sostiene la Basílica de Letrán; Transitus de San Francisco (muerto); Francisco predica ante el Papa Honorio III; Aprobación de la Regla de San Francisco por el Papa Honorio III; Francisco aparece en el capítulo de Arles; Invención del pesebre viviente en Greccio; Francisco recibe los estigmas.
Khalil Shaeed dirigió este trabajo de carpintería con gran satisfacción: «El mayor desafío fue realizar la estructura del tríptico y su base, con todas las dificultades relacionadas con el montaje y el respeto de las proporciones. Para mí, fue muy gratificante poder contribuir a la realización de una obra de arte tan importante para la Custodia, y estoy muy contento con el resultado final.»
El tríptico se exhibirá durante la solemnidad en la Iglesia de San Salvador y, una vez terminada la fiesta, se instalará en la Iglesia de la Natividad en Belén.
La pericia de la costura
El trabajo de las costureras del taller de costura adquiere una escala particular para la preparación de las grandes fiestas litúrgicas. La confección de los ornamentos litúrgicos utilizados para esta ceremonia es una operación de alto vuelo, especialmente la de las cinco casullas y dos dalmáticas que usarán los celebrantes principales. Las casullas consisten en lana-lúrex blanca con destellos dorados. Las casullas están bordadas con el símbolo franciscano por excelencia: la Tau.
. La extensión del trabajo realizado es bien evocada por la hermana Mariella, jefa del taller de costura: «Para hacer estas casullas, trabajamos durante tres semanas. Utilizamos una técnica de bordado a mano, que requiere mucha precisión y paciencia. Estamos muy orgullosos del resultado y esperamos que los fieles aprecien nuestro trabajo.»
Estas obras son un testimonio vivo del compromiso y la pasión con la que la Custodia se prepara para celebrar la solemnidad de San Francisco, un evento que une a toda la Familia Franciscana en Tierra Santa y en todo el mundo. ¡Muy feliz celebración para todos!