El Terra Sancta Museum en obras
En las antiguas salas del Convento de la Flagelación de Jerusalén se está construyendo el futuro museo arqueológico del Museo de la Terra Sancta. Un museo moderno y vanguardista, único por la belleza e importancia de las piezas que se expondrán, que abrirá sus puertas en la primavera de 2018. Las exposiciones son el resultado de las excavaciones de los frailes franciscanos y de las colecciones de la Custodia de Tierra Santa.
Desde la taquilla, el visitante atraviesa una cisterna y entra en una sala de introducción a la historia de la arqueología franciscana en Tierra Santa. Desde aquí pasarán a través de habitaciones mucho más antiguas (tradicionalmente llamadas “la casa de Herodes”), incluyendo una cisterna de la era helenística, para entrar en la Sala Herodiana. A continuación encontrará la Sala de la Vida Diaria en el Nuevo Testamento y la Sala de la Vida Monástica. Por último, habrá un espacio didáctico sobre la vida cristiana cotidiana en la Antigüedad (comida, uso de la moneda, aspectos del arte funerario, etc…). El continuo descubrimiento de hallazgos arquitectónicos y arqueológicos preexistentes enriquece aún más el itinerario del museo.
En el edificio moderno, los arquitectos e ingenieros de la Custodia proceden a un estudio de consolidación estructural de las habitaciones, ya que forman parte de una de las primeras estructuras de hormigón armado construidas en Jerusalén. Los resultados de las pruebas de adaptación sísmica de la estructura podrían provocar un retraso en los trabajos, lo que supondría un aplazamiento de la apertura de algunas salas del Museo Arqueológico (Sala Capernaum, Nazaret, Belén, Magdala, Tabor, Betania, Getsemaní, etc.).
Durante los trabajos de excavación surgieron nuevos elementos y ambientes antiguos desconocidos. En el edificio moderno se descubrió una bañera otomana, dentro de la cual se encontró el umbral de una puerta, probablemente reutilizada para cubrir el canal otomano. En el mismo lugar también se encontraron cerámicas otomanas y mayólicas de la época inglesa, que tienen sellos de fábrica.
Los hallazgos en las salas de edad de los mamíferos del atrio de la “Casa de Herodes”.
Bajo las diferentes capas de suelo se han descubierto tres bloques de una gran losa de piedra muy pulida de la época romana (siglos I-II d.C.), probablemente reutilizada en estructuras medievales. A ella se añaden teselas de mosaico y una gran columna de piedra roja de Belén, quizás de la época bizantina, utilizada bajo el suelo como dintel de una cisterna.
“Todos estos elementos son importantes porque pertenecen estrictamente a la historia del lugar y arrojan una nueva luz sobre la antigua Jerusalén. Podrían demostrar, por ejemplo, el desarraigo de un antiguo edificio eclesiástico cerca del Convento” (E. Alliata).
“Un museo en el museo“, una gran exposición permanente que será de gran interés no sólo para los cristianos, sino también para el público laico, las comunidades residentes, los peregrinos, los judíos y los musulmanes. El museo permitirá así al visitante realizar una peregrinación arqueológica virtual a los Santos Lugares y comprender, a través de los objetos, el contexto y los tiempos históricos de referencia.
Todos pueden contribuir a la realización de este gran proyecto.