De Siria a Jerusalén: las Provincias Romanas en mosaico en el Terra Sancta Museum
Con vistas a la preparación de las nuevas salas del museo, presentamos tres excepcionales fragmentos de un mosaico de la época Antonina, expresión artística de la propaganda por la unidad del Imperio Romano.
En el Terra Sancta Museum – Museo Arqueológico SBF será posible admirar tres mosaicos que representan las provincias romanas de África, Mauritania y Alemania, procedentes de la ciudad de Zeugma (hoy Belkis, en Turquía) y que datan del siglo II d.C. (época Antonina). Se instalarán en el Ala Saller, que lleva el nombre del franciscano Sylvester Saller, un gran arqueólogo estadounidense que dirigió numerosas excavaciones, como las de los santuarios de Ein Karem, Betania y el Monte Nebo en Jordania, y fue el primer director de este museo en su ubicación actual.
UN SOLO MOSAICO
Los tres fragmentos pertenecen en realidad a un único mosaico de gran superficie de una casa de la ciudad de origen helenístico que se llamó “Seleukia”, en honor a su fundador, Seleuco I Nicátor, general de Alejandro Magno, pero que tras la conquista romana en el año 64 a.C. por Pompeyo cambió su nombre por el de “Zeugma” y pasó a formar parte de la Provincia Romana de Siria.
Daniela Massara relata en su estudio sobre estos mosaicos: “…desde el punto de vista de las evidencias arqueológicas de la época romana, las estructuras mejor conservadas pueden enmarcarse cronológicamente entre la segunda mitad del siglo II d.C. y la primera mitad del siglo III d.C., de hecho, es en este período donde se datan los numerosos suelos de mosaico y frescos que embellecían los edificios residenciales”. Aquí se incluye el mosaico del suelo, cuyos fragmentos han pasado a formar parte de las colecciones del museo, gracias a una donación privada de la familia Marcopoli de Alepo.
UN ROMPECABEZAS GIGANTESCO
Este mosaico, encontrado en 1873 cerca de la Acrópolis de Zeugma y descompuesto en numerosos fragmentos vendidos en mercados de antigüedades o en subastas (tanto es así que hoy se conservan en diferentes museos y colecciones privadas de numerosas ciudades como Jerusalén, Berlín, Dresde, Roma, París…), representaba el triunfo del dios Neptuno en el centro, enmarcado dentro de dos marcos, uno con representaciones alegóricas de las provincias romanas y el otro con espirales vegetales, cupidos y máscaras.
Del mosaico original se han conservado un total de diez fragmentos con Provincias, y que se conocen hasta ahora: tres se encuentran en el Terra Sancta Museum de Jerusalén (África, Mauritania y Alemania); cinco en el Museo de Pérgamo de Berlín (Makedonia, Gallia, Spania, Raitia, Britannia) y otros dos forman parte de la colección privada de la familia Poche en Alepo (Panonia y Aegyptos).
LA ALEGORÍA DE UN IMPERIO ROMANO HOMOGÉNEO
Las Provincias están representadas, cada una dentro de un círculo luminoso llamado “nimbo”, como bustos femeninos, cada uno acompañado de su propio nombre en caracteres griegos (didascalia: a manera de registro). Los rostros están retratados en vistas de tres cuartos y el cabello se caracteriza por mechones negros y marrones, parcialmente cubiertos por el velo; cada Provincia lleva una corona con torres, como la diosa de la Fortuna o del Destino, la “Tyche”, considerada la patrona de la ciudad. Ninguna de las personificaciones presenta un elemento característico particular, con la excepción de África que es la única que, aunque sea mínimamente (y por lo que es posible entender del fragmento disponible), difiere gracias al tono oscuro de la tez.
La expresividad del rostro presenta dos variantes: la Provincia de Mauritania tiene la cabeza ligeramente inclinada y la mirada hacia arriba, mientras que las Provincias de África y Alemania tienen una mirada firme y recta.
Es una interpretación común de los arqueólogos que estas representaciones de las provincias del Imperio son una alegoría político-geográfica del gran Imperio Romano; por lo tanto, sería solo uno de los muchos ejemplos de testimonios artísticos de la época romana que indican el deseo de mostrar una idea del imperio como una oikoumene (el mundo habitado o civilizado) en la que las entidades geográficas individuales son elementos constitutivos de un todo culturalmente homogéneo.
COMPARACIÓN DE ESTILOS Y TÉCNICAS
Hay muchas comparaciones iconográficas con los mosaicos de Zeugma. Entre ellos se encuentran el mosaico de las Provincias que se encuentra en el edificio termal de Ostia, que data de la segunda mitad del siglo I d.C. y que representa África, Sicilia, Egipto y España; el mosaico que representa la personificación de Cilicia de la ciudad de Seleucia, que data del siglo II-III d.C. y que ahora se conserva en el Museo Sam Noble (Oklahoma); y el mosaico redondo con el busto de la diosa Fortuna/Tyche de Beit Shean, que data del siglo VI d.C. y que ahora se exhibe en el Museo de Israel (Jerusalén). Estos ejemplos de comparación son significativos ya que nos permiten comprender cómo un mismo tema puede ser representado a través de diferentes estilos, técnicas y criterios dependiendo de los creadores, la ubicación y la cronología.
Para obtener más información sobre todo el mosaico del suelo, véase: Il Mosaico con Province da Belkis-Zeugma. Una riconsiderazione a partire dai frammenti di Gerusalemme, di Daniela Massara, pubblicato all’interno del volume miscellaneo Tra Servizio Civile e Missioni Estere: il contributo dell’Italia ai Beni Culturali della Terra Santa, 2014 (https://edizioniquasar.it/products/30).