5 Agosto 2022

La belleza nos da la bienvenida: una nueva obra en la entrada de la Custodia.

de LUCIE MOTTET

En este verano de 2022, la entrada a la Custodia de Tierra Santa se adorna con una nueva decoración. Diseñada por un artista español, la obra tomó forma en el famoso taller de los ceramistas armenios George y Dorin Sandrouni. Punto de encuentro.


Una paleta de colores vino a despertar la entrada de la Custodia de Tierra Santa, situada por la Puerta Nueva. En la fachada que alguna vez fue casi blanca, ahora hay deslumbrantes azulejos de cerámica. Una gran cruz central sustituye a la anterior, enmarcada, a la derecha por el escudo de la Custodia y a la izquierda por las cinco llagas de Cristo, de las que San Francisco quedará marcado al recibir los estigmas. Otro panel que representa a San Antonio de Padua y San Francisco pronto adornará el otro lado de la fachada.

En el origen de este hermoso proyecto, Fr. Carlos Thomas, quien reunió a los diferentes protagonistas de la obra, refiere: «Queríamos limpiar la entrada y embellecerla con pequeños detalles. Hablé con un artista y arquitecto español, ex postulante, y me ofreció estos dos diseños».

Vincente A. de Lastra Barrios, autor de los bocetos, optó por un planteamiento en el que los elementos decorativos expresan que la Custodia es un punto de encuentro entre Oriente y Occidente. Así, los motivos geométricos góticos se combinan con ornamentos vegetales que recuerdan a los mosaicos bizantinos.

«Por el interior de la puerta, frailes y visitantes saldrán del convento bajo la mirada y la bendición de San Antonio, patrón y protector de la Custodia, y de San Francisco, fundador de la Orden. En la cara exterior, [todos] serán recibidos por la Cruz de Jerusalén, símbolo de Tierra Santa. Está rodeada por la inscripción “Benedicat tibi Dominus, et custodiat te”, “Que el Señor te bendiga y te guarde”, primeras palabras de la afectuosa bendición de San Francisco al hermano León», explica el artista al padre Carlos.

El cordón franciscano recorre cada cerámica para recordar los votos de pobreza, obediencia y castidad. En el panel interior aparecerá la antífona «Super muros (Hierusalem), constituit Custos», «Sobre tus muros (Jerusalén) he puesto centinelas», (Isaías, 40, 66), en homenaje a los frailes, guardianes de los Santos Lugares desde 1342. Un simbolismo único, sobre todo porque la cerámica se colocará justo al lado de las murallas de la Ciudad Vieja de Jerusalén.

La elección para la realización de la obra recayó en George Sandrouni, un ceramista armenio que trabaja en su estudio, muy cerca del convento, desde 1983. De acuerdo con la doble misión y presencia de la Custodia, tanto local como universal, Fr. Carlos insistió en colaborar con un artista local: «Como franciscanos, estamos conectados con todos. La elección de la cerámica armenia fue interesante porque los franciscanos estuvieron presentes en Armenia hasta el genocidio de 1914. Fue un verdadero desafío para George porque era un estilo muy diferente a su trabajo habitual». Lo que confirma el ceramista: «El dibujo proviene de un artista de una cultura totalmente diferente: tuvimos que interpretarlo a la manera de Oriente Medio, encontrando las coincidencias».

Otra dificultad: el pedido es gigantesco, y el taller de Sandrouni es… muy pequeño. «¡A mí mismo me cuesta creer que una pieza tan grande haya salido de un taller tan pequeño! Además, no esperaba que este trabajo fuera tan masivo», continúa George.

Y sí, «la presencia de los cristianos debe sentirse más en nuestras acciones, creo que el arte nos recuerda que Dios es hermoso. El arte puede permitirnos encontrarnos incluso si no confesamos la misma religión».

Para George Sandrouni, realizar este trabajo fue un acto de fe: «Realizar este tipo de encargo no es solo trabajo, es realmente unificar mi fe, mi oración (escuchamos canciones religiosas mientras trabajamos) y mi profesión. Es particularmente gratificante ver concretamente la vida cotidiana al servicio de aquello en lo que creemos».

Si la Custodia ha podido recibir muchas obras a lo largo de los siglos, las más bellas de las cuales se exhibirán en el Terra Sancta Museum, también es un patrocinador, animando a los artistas locales. «Somos los herederos de esta tradición», concluye Fr. Carlos, «tratamos de hacer de estos lugares un espacio donde sea bueno vivir juntos. Con esta cerámica y este trabajo completamente nuevo, presentamos algo novedoso y arraigado en muchas tradiciones. Y sabemos que no será el último».

(Traducido del francés por Jorge Trejo Olivares)

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